martes, 12 de julio de 2016

Compartir y otros verbos de tercera conjugación


Art by Tamara Muller


Convivimos con extraños
multifacéticos
versátiles
mordaces
implacables.

Somos un puñado de desconocidos
empastados a la fuerza

formamos una masa oscura y espesa
impenetrable
infecta
y corrupta
de entrañas para dentro.

El odio
como forma de intimidad,
nuestra expresión
más cercana al afecto.

Amar el tumor.

De entrañas para fuera
todo un espectáculo de sombras
conmovedor.

Se extraña
al extirparlo.



Cobardes


Art by Aris Moore


A veces me quedo mirando a la gente en el metro
y me imagino cómo se quitan el abrigo al llegar a casa
saludan al perro, se tumban en el sofá
y me miran 
como queriendo ocultar su pésimo gusto con las cortinas
me miran con la preocupación de que en cualquier momento 
asome la cabeza por su habitación y vea la cama deshecha, 
la ropa tirada, 

A veces, bajan la vista rápidamente
porque no quieren que escuche su melodía recurrente,
esa estúpida canción que escuchan para follar, correr, llorar, cocinar, mear,
esa estúpida canción que de por sí sola no dice nada
pero que sin embargo no pueden evitar tararear mientras les observo
y de tan incómodos se bajan antes de tiempo
sin querer, con los nervios.

Créetelo

"Actores de mierda. Indolentes, ignorantes, pretenciosos, 
vacíos, cáscaras de maní, tomates podridos. 
Aleko, si llegas al cielo mírame arder."

Masha en Neva, de Guillermo Calderón



Era mentira
sabía que era mentira, 
palabras memorizadas
inventadas por otra persona
dirigidas a alguien inexistente 
representado por otra mujer

qué forma de pronunciar las palabras
sabía que era mentira
pero eran tan suyas
que quería creérmelas
apropiarme de ellas, tocarle
morderle la barbilla
y pedirle que fuese yo esa representación
y pedirle que fuese de verdad
transformar la mentira
en un motor
para generar algo
real.


Qué putada llamarse Joline en España

Me inquietan los fondos de tus selfies
mucho más que tus sonrisas ensayadas
o el tiempo que dedicas a calcular
los centímetros de pecho que estás
dispuesta a mostrar para ganar más likes.

Me inquietan los filtros de tus selfies
casi tanto como las frases de autoayuda
que compartes con el dedo flojo
en cada clímax de tus berrinches 
virtual-victimistas.

Quiero enviarte una cuchilla de afeitar
como regalo de amigo invisible,
una cuchilla nuevecita 
y dos palabras de autoayuda:
tú puedes.



Fotografía de Jan Saudek