viernes, 8 de mayo de 2015

Cartas desde Londres

Los peces del Támesis se comen a la gente.
Por lo general me pierdo unas tres veces al día.
La gente sale sola, se sienta/e sola, come sola. El aire huele a donuts con perritos calientes y ese tío me mira raro. A esta ciudad le sobran adolescentes y moquetas, nubes, aviones, palomas y patatas fritas. No he visto tantos cuervos en mi vida. Es imposible pasar por ciertas zonas y no salir en la foto de un turista. Las gaviotas son unas perezosas, extieneden las alas y fuera. Aquí el viento se lo lleva todo: las gaviotas, las ganas y las nostalgias. Camino durante horas por senderos polvorientos. Me coloco las tetas en la cámara del autobús y me siento estúpida. Le he hecho ochenta fotos a un pelícano para darme cuenta de que es feo de cojones. Venden unicornios para gatos, eso es maltrato.
Hay árboles en las nubes y viceversa.

Nunca he pagado tanto por una cerveza como en Londres. Comer, comprar, ver museos. Esta ciudad me atrae y me repele al mismo tiempo. Escribo con toda la desidia del universo. Mastico pereza en el autobús, de dos pisos por supuesto. Aquí todo es pegajoso, las mesas, los pendientes, el tiempo, los niños... Mi tarjeta de crédito padece agorafobia, y yo que tengo complejo de pirómana, la quemo cada vez que salgo a la calle. Y mira, está lloviendo otra vez.

Tus manos en mi cara y muero de dulzura. Y yo tan callada y tus ojos sin parar de decirme cosas que jamás pronunciarías. I´m no good for you... Pero eso ya lo sabes. Podría morir de nostalgia, estoy segura. He visto demasiado Armaguedon. Podría darle la vuelta a  mi vida en cuestión de segundos. Para acabar con nuestra relación, para acabar con algo, supongo. Hoy me he vuelto a perder. No físicamente.

Y así continúas, antisocialmente social. "Hello! española, qué tal?"
Te ofrecen sexo y trabajo a partes iguales. Tú lo rechazas todo a medias.
Frívola. Te estás volviendo una frívola; no está bien. Tu interés por las personas se ha convertido en algo basicamente material, meramente estético e ilusorio, sabes de sobra que todo el mundo es un fraude, empezando por ti.

Te gustan los museos pero te cansan las galerías de arte, te hartan las galerías de arte, te cansa el arte interminable, galerías inabarcables de obras incomprensibles para el ojo humano.
Si hubieses estudiado más, si retuvieses mejor las cosas, si no fueses tan vaga y tan perra, quizá pordrías disfrutar de esos enormes manchurrones, que por mucho que te digan, no te parecen más que enormes manchurrones caros. Te justificas con frases como "yo es que soy más del realismo/del hiperrealismo" o "creo que no es lo suficientemente orgánico"... Pero sabes que mereces arder, lier.

PD: Todos los cisnes pertenecen a la reina.


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