martes, 15 de enero de 2013


Tercera persona del singular, fem.


Así, como si tal cosa,
se le iban derramando los órganos
por el piso.
Ni tan si quiera  pudo advertir
el frío, o puede que,
probablemente, justo fuese
el frío lo que hizo que 
no se diese cuenta de tan
tremenda pérdida.

De todos modos,
el resultado era inalterable,
poco a poco
se fue quedando vacía.

Hay quienes sospechan
que lo hizo adrede, 
como si de miguitas de pan
se tratase, primero un riñón
para dejar los miedos,
luego el estómago, con sus
correspondientes cadáveres
de mariposas, y así
sucesivamente, formando 
un caminito de vísceras 
para cualquiera que tuviese
lo que hay que tener
para dar con ella

          o con sus restos.