jueves, 11 de marzo de 2010

Billete de ida y vuelta

Escribir con la garganta seca
y las manos cargadas de recuerdos.

Recuerdos que pesan como el plomo

y se escurren como polvo
entre mis dedos.

Escribir como si fuera fácil,

con la fiebre estallando en mi cuerpo.

Escribir sin comprender,

con el dolor resbalando por mi cara.

Y no entender...

No entender las palabras mayores

como el ODIO o la JUSTICIA,

ni saber quién es capaz
de llamar
SANTA a una GUERRA.

"Atentar es cometer un acto criminal

contra el Estado, o cualquier persona

o cosa para alterar el orden."

Atentado es sinónimo de desgracia.

Escribo en un vagón,

junto a una niña que se ríe

de los ruidos que hace el tren
y pienso en el espacio-tiempo

y en lo cerca y en lo lejos

que estamos de aquella trágica

mañana de Madrid.

Escribo hacia atrás

volviendo paso a paso
a aquella marcha
en la que aún queda el olor

de las velas apagadas por la lluvia,

y las flores, y las vidas.
Y recuerdo que yo también
iba en ese tren.



1 comentario:

  1. No hay peor forma de darnos la razon, a quienes nunca creimos en esa sinrazon¡¡¡
    Importante recordar, que una guerra puede estallar, mientras vamos a trabajar¡¡¡
    no a la guerra¡¡
    muy buena
    un besazo

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